Capítulo 23: Cara a cara con el enemigo.
Dos semanas después.
Greco Morelli
─¿Estás seguro de que debes ir tan formal? ─preguntó Alexandra mirándome desde la puerta del baño solo con una toalla cubriendo su cuerpo.
─Has dicho que debemos causar una buena impresión, ¿No? ─respondí─. No quiero que tu padre piense que solo quiero aprovecharme de ti. ─agregué sintiendo cómo mi estómago se revolvía al referirme al hombre que acabó con mi infancia y con mi vida.
─Está bien, ¿También es necesario que yo me vista así de formal y elegante? ─preguntó sonriendo de forma burlona. Me acerqué a ella correspondiendo a su sonrisa, a veces no podía con ella y su ternura contagiosa.
─Pensar que detrás de todo ese rostro angelical de niña buena se esconde una mujer con pensamientos libidinosos y lascivos. ─susurré cerca de su oreja provocando que su piel se erizase y que un jadeo saliera de su boca cuando besé su hombro─. Podríamos quedarnos en casa, Alexandra.
─Hemos dado nuestra palabra de ir. ─susurró ella en negativa.
─Yo no lo he hecho.