-Padre… tengo un problema.
- ¿Qué sucede?
-Tengo novia y ella… está embarazada.
- ¿Qué?
Retumbó la voz de Leonardo.
Parecía que había atravesado la línea telefónica.
-Ya lo escuchaste.
-No es ella.
-Supongo que no.
- ¿Estás seguro de que está embarazada?
Esa pregunta se la había hecho mil veces en silencio, pero Mónica no sería capaz de mentir en un tema así, eso lo podía esperar de violeta, no de Mónica.
-Supongo.
Le dijo con cautela.
- ¿Es tuyo?
-Si está embarazada, sí, ella no es como Violeta.
- ¿Violeta?
-Una amiga… con derechos carnales.
- ¡Estás para hacer un rescate! ¡Es la misión más importante de tu vida!
-Lo sé y pensé que si rescato a la hija de…
-Jamás pronuncies lo que ibas a decir.
-Perdón.
-Me decepcionaste.
-Perdón, Mónica es una buena mujer.
- ¿Qué vas a hacer?
Alejandro tomó aire antes de responder.
-Me voy a casar.
-Me preocupa el bebé, no unos papeles que son limitados.
- ¿Allá no tiene importancia?
-No totalmente, eso se puede arreglar.
Alejandro suspiro recuperan