Carrigan se avanzó hacia ella dispuesto a cogerla por el brazo, a la vez que otros hombres parecían querer cortarle el paso por si huía.
Se sintió perdida y apuntó de perder el sentido.
Dio un paso hacia atrás cuando sitio un brazo alrededor de su talla.
- ¿Todo bien querida? Dijo la voz de William. -Te estaba buscando.
Iliana pegó la espalda a su cuerpo mientras cogía la mano en su cintura con fuerza.
-Sí, querido- dijo intentando recuperar el aliento. - Estos caballeros se habían ofrecido a acompañarme. Permíteme que te presente a un viejo amigo, el señor Carrigan. El antiguo capataz de mi padre. El capitán Adams, mi esposo señor Carrigan. - Sentencio recuperando sus fuerzas.
Aun así, su miedo no desapareció del todo, ahora temía que los cuatro hombres pudieran lastimar a William por su culpa.
William la atrajo aún más contra sí. Luego le tendió la mano al capataz.
-Le agradezco mucho la molestia- dijo apretando su mano con toda la fuerza que le fue posible. -Pero y