Vuelve de la cocina con una botella entre las manos ¿Se ha vuelto loco? Ha pasado de ser un psicótico a traer vino para cenar. Lo coloca sobre la mesa y al leer la etiqueta, no puedo evitar sonreír.
- Una ocasión especial lo merece ¿No crees? - pregunta contestando a mi sonrisa.
- ¿Champín? Eso lo beben los niños pequeños.
Es una botella de champan, solo que es un refresco con burbujas sin una pizca de alcohol.
-...Y las embarazadas que no pueden beber alcohol - puntualiza.
- Así que hoy es una ocasión especial ¿Me he perdido algo?
Ignora mi pregunta y vuelve a irse de nuevo a la cocina. Espero sentada como un buen comensal. Doy un sorbo a mi copa de champan falso.
- Hoy es el día que vamos a hablarlo todo. Sin peleas, sin gritos y sobretodo sin lágrimas.
Deja dos platos con caldo de pollo. Lo ha hecho Dorotea. Será tramposo, pero con todo el esfuerzo que está haciendo no pienso delatarlo.
- Me parece bien. Creo que es lo mejor.<