No puedo creer que haya sido capaz de plantarse aquí. No respeta mi intimidad- Él, que es tan celoso de la suya.
Camino hasta la puerta. Me planto delante de él, lo agarro del brazo y lo saco al portal para poder hablar.
-Dadnos un momento chicos. - cierro la puerta al salir.
-¿Qué haces aquí? - pregunto seria como pocas veces volviendo la mirada hacia él.
-Quería hablar contigo.
-Espera, espera. A ver si te he entendido bien. Vivimos juntos, trabajamos juntos y me estás diciendo que lo que tienes que decirme es tan serio - levanto los brazos por lo absurdo que resulta todo - que no podía esperar un par de horas.
Torres rompe el momento asomando la cabeza, vacilante y dudoso.
-No quiero molestar - carraspea incómodo - pero dentro se escucha todo, lo digo por si queréis un poco de intimidad.
Ahora es Ian el que sujeta mi mano entre las suyas para