La señora Mónica continuó con su historia:

—” Ella regresó a la mansión, subió a su habitación, tomó un baño para relajarse, no podía creer que su amada hija mayor, le hubiera quitado la empresa, por la cual luchó junto a su difunto esposo.

al salir del baño, se seca y se viste con un conjunto negro, corte imperial moderno, se dice para si misma:

“ Me quedan dos empresas, mañana iré a otra de mis empresas.”

Se dirige al comedor donde están sus amadas hijas y yernos reunidos, ella al llegar los saludo:

—”Buenas noches.”—

No le contestó ninguno, ella fue a su puesto, la hija mayor fue la que habló:

—” Madre es mejor que se olvide de la empresa, mi esposo y yo nos haremos cargo de hoy en adelante, no es necesario que acuda a trabajar, ni esté indagando sobre nuestro manejo.”—

Ella con voz indiferente y fría como el hielo, sin mostrar ninguna expresión en su rostro:

—” Entiendo, sin aviso alguno me despojo de mi empresa, está bien lo haré así, veamos qué más sigue.”—

Las otras dos hijas g