—Luna dijo que hoy me iba a dar la oportunidad de intentar conquistar a Paula. —Le conté esto a mi cuñada.
Ella no mostró ninguna reacción, parecía que había anticipado que esto ocurriría.
—¿Y tú en verdad quieres conquistar a Paula?
—Yo solo... —balbuceé, sin atreverme a decir la verdad.
Mi cuñada insistió en que dijera lo que pensaba realmente.
Finalmente, me armé de valor y respondí: —Al principio sí, tenía esa intención, pero ahora ya no quiero hacerlo.
—¿Por qué? —preguntó mi cuñada, confundida.
Le conté todo sobre lo que Javier me había dicho anoche y sobre la conversación que tuvimos. También le mostré el celular para que pudiera ver los mensajes.
Después de mirar todo, mi cuñada me preguntó: —¿Es que crees que Paula es una mujer inmoral? ¿Por eso ya no quieres acercarte a ella?
Asentí con la cabeza, porque en mi corazón, eso era exactamente lo que pensaba.
Mi cuñada sonrió y dijo: —Entonces, si algún día yo llegara a ser como Paula, ¿también me despreciarías de la misma manera?