Capítulo 1858
Christian ignoró las burlas del hombre de rostro alargado y, con una expresión tranquila, dijo a Adelaida: —Señora, acérquese y acuéstese, la ayudaré a recibir tratamiento.

Adelaida vaciló y se sintió un poco culpable. Sabía que las quemaduras en su rostro no tenían nada que ver con los productos de Grupo Artístico. Ahora, ella estaba ayudando al hombre de rostro alargado a difamar a Grupo Artístico. En lugar de culparla, Christian mostró comprensión y aceptó ayudarla.

Por un momento, se sintió inquieta y no sabía cómo enfrentar a Christian.

—Christian, no eres médico ni sabes nada de medicina.

—Te sugiero que te rindas directamente y no te esfuerces más.

—Evita hacerte más daño.

El hombre de rostro alargado se burló con una sonrisa irónica.

—¿Quién te dijo que no sé de medicina? —Christian respondió fríamente.

—¿Sabes de medicina?

Al escuchar esto, el hombre de rostro alargado se sorprendió.

No fue solo él; todos los clientes estaban igualmente asombrados.

Obviamente, nadie había imag
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