En el lujoso reservado.
Christian y Yolanda tomaron asiento, cada uno en su lugar.
Después, Yolanda hizo los pedidos y señaló a los camareros para que comenzaran a servir los platos.
Mientras esperaban los platillos, Christian y los demás charlaban y se reían, creando un ambiente armonioso.
Sin embargo, Fausto parecía un tanto altivo y, incluso, un tanto distraído. Permaneció en silencio y apenas habló.
De hecho, Yolanda prácticamente arrastró a Fausto para que viniera.
Por un lado, Clara era compañera y amiga de Yolanda, y Christian era un cliente importante para Grupo Soler. Yolanda específicamente trajo a su esposo, Fausto, para mostrar más sinceridad.
Por otro lado, después del breve encuentro anterior en Grupo Artístico, Yolanda ya había notado que Christian era una persona visionaria y capaz.
En contraste, Fausto siempre había sido impetuoso y demasiado ambicioso.
Aprovechando la oportunidad, Yolanda quería presentar a Christian a Fausto, esperando que Fausto pudiera aprender más