Justo en ese momento, el teléfono de Viviana sonó. Era la persona que había enviado a recoger a su invitada.
Nona había dicho que llegaría hoy a Ciudad del Sol, y Viviana ya había enviado a alguien.
— ¿Qué tal, ya han recogido a nuestra invitada? No puede haber errores.
— Señora, hemos estado esperando durante horas, pero no hemos encontrado a la diseñadora Nona. Además, no tenemos una foto suya, así que es difícil de identificar.
— ¿Llevaron el cartel?
— Lo llevamos, pero nos duelen los brazos de tanto sostenerlo, y aún no la hemos visto.
Al escuchar esto, Viviana comenzó a sentirse inquieta e intentó contactar a Nona, pero nadie respondió.
¿Habrá ocurrido algún error hoy?
Hoy era el día más importante para ella, su oportunidad de humillar a Amanda de una vez por todas, asegurándose de que nunca más volviera a brillar. La emoción que esto le provocaba superaba cualquier otro momento.
Ningún otro día sería tan impactante como este, ver a Amanda hacer el ridículo frente a todos.
Viviana