—Sol…
Esa voz, no solo la escucho sino que la siento. Es un hilo de energía que me conecta a una realidad que no es la maldita pesadilla con esta bruja que me rodea.
Las criaturas que rondan a mi alrededor se detienen, sus risas se ahogan en un horrible gruñido y el escudo que me protege transmite un aura de luz plateada que brilla con más intensidad.
—¡Apártate de mi luna!
Exclama Ossian y su grito es como una onda de choque.
El aire se desgarra y de la niebla surge una figura imponente... Ossian, mi mate y mi lobo, observo como ha vuelto a su forma humana, pero sus ojos brillan con un fuego dorado que nunca había visto.
—Te has vuelto posesiva Sol.
Dice mi loba y no le presto atención a sus palabras.
Las venas del cuello de Ossian se hacen más oscuras y gruesas como raíces de un árbol antiguo.
Él se mueve con una rabia primitiva que me sorprende bastante... Wao.
La bruja que me hipnotizó retrocede un paso y su sonrisa se desvanece en una mueca de ira.
—No puede ser… ¿Cómo