38. Sonrisas que duelen
Capítulo 38
Jazmín respiró hondo frente al espejo. No iba a dejar que el pasado arruinara su presente. No ahora. Se retocó los labios, acomodó un mechón suelto detrás de la oreja y alisó con calma el vestido, como si con ese gesto pudiera borrar el temblor de sus manos.
Al salir del baño, se encontró con Elías, que venía caminando por el pasillo con el celular en la mano.
—¿Estás bien? —preguntó de inmediato, notando el leve temblor en sus dedos y el brillo húmedo de sus ojos—. Te estaba buscando.
—Estoy bien… —respondió ella, forzando una pequeña sonrisa— ¿llevas mucho tiempo buscándome?
Él frunció el ceño y con ternura tocó su frente, como si pudiera medirle el dolor con los dedos. El gesto era suave, protector. Casi de un amante, pero sin cruzar la línea.
—Estás un poco pálida, cariño —dijo preocupado— acabo de llegar y Amie me dijo que tenía un rato que no te veía.
—Solo me mareé un poco. Vamos, ya casi termina el brunch —de nuevo otra sonrisa forzada.
Elías asintió, sin cuestiona