Pensó que estaba preparada para esta junta, que después de los meses que Kael la preparó ya era más que suficiente. Pero estaba tan equivocada...
Ahí estaba frente a los Sepúlveda y otros accionistas, algunos hombres lobos como ellos y otros simples humanos. Los inversionistas que pertenecían a la manada la miraban con repugnancia, especialmente Dereck Sepúlveda.
—No tenemos todo el día hasta que te decidas a hablar —la voz de Dereck le provocó repugnancia.
—Buenos días, señores— Isabella habló con voz clara a pesar de sus evidentes nervios—. Como saben, soy la consultora de Seguridad Tharn. Nivel Élite. Vengo en representación del conglomerado Tharn para la fiscalización anual.
—¡No permitiremos que una Omega como tú realice la supervisión! —Exclamó Francisca completamente colérica.
—Concuerdo con la señora Francisca—acotó otro inversionista.
—Es verdad.
—Las omegas no deberían moverse en este mundo, es inaceptable.
—¿Si quiera sabes leer? —La voz de Dereck Sepúlveda resonó por enci