Palermo - Italia
El avión aterrizó, los hombres al servicio del abuelo tenían todo preparado para el recibimiento de Alessandro.
—¿Cómo está el abuelo, qué le sucedió? —cuestionó Alessandro mostrando preocupación en su voz.
—No lo sé, su médico tratante aún no ha descubierto de que se trata, lo único que sabemos es que se encuentra muy grave y siente que su vida ha terminado —al escuchar aquellas palabras sus ojos se humedecieron.
»Vamos a toda prisa necesito ver ahora mismo al abuelo, no me perdonaría si él llega a morir y no puedo darle el último adiós —ordenó Alessandro.
Sophia se ubicó junto a él, en su mano sostenía a su pequeño hijo, todo había cambiado en cuestión de muy poco tiempo, la cara de tranquilidad y felicidad que había en Alessandro desapareció por completo.
Los autos se detuvieron en la entrada principal de aquella imponente propiedad de su abuelo, Alessandro bajó a toda prisa yendo delante de su esposa e hijo.
Atravesó aquellos largos pasillos yendo directo a la h