En el avión, Mariana enviaba un mensaje de texto, Arianna se las iba a pagar, y aquella fotografía, estaba segura, destruiría todo su mundo.

Mientras tanto, en Madrid, Maximiliano recibía al abogado que llevaba los asuntos de su compañía en Estados Unidos, por el memorándum que había recibido, la situación allá había escalado a algo mucho muy grave.

—Debe de entender que no hay nada que podamos hacer para impedir la inspección de parte del gobierno; son ya demasiadas las denuncias contra la empresa acumuladas, y el gobierno estadounidense no puede simplemente hacerse de la vista gorda, incluso me ha llegado el rumor de que fue el propio gobernador quien instigó para que esto se apresurara pues su nieto mas pequeño está entre las victimas mas recientes que siguen luchando por su vida en los diversos hospitales de Tennessee. — aseguró el abogado con absoluta seriedad.

Maximiliano golpeo su lujoso escritorio con violencia y enfado.

—Debe de haber algo que se pueda hacer, ¡Soborna a los e