Capítulo 29: Lo que merece.
Él solo podía esperar nada o miserias de la próxima lectura de testamento al morir su padre, que por ello tuvo que mentir sobre su odiado gemelo talentoso. Aun así, para poder acceder a lo que su padre iba a dejarle; el imperio Prego y todas su fortuna y propiedades, él tenía que tener a una esposa. Por eso en primer lugar, había pensado en Arianna Urriaga para ese papel, pues ella lo adoraba con el alma desde siempre, además de que era la nieta predilecta de la honorable abuela Urriaga; era fácil suponer que sería Arianna quien heredaría todo lo que esa abuela tenía bajo su poder al momento de su muerte, y no era una fortuna para nada despreciable la que la vieja había dejado; por el contrario, existían rumores de que era una herencia mucho mayor a lo que ya poseían los Urriaga…sin embargo, el testamento se había perdido, y sin él, en solo dos años entraría como invalido y Maximiliano que quedaría con todo eso.
Pero eso no había sido prudente seguir con Arianna, pues ella, a pesar