—Buen día señor Prego, ¿Pero que hace aquí? —

Leonardo miró a Arianna. Notando la estancia, observo una caja transportadora lista, así como una pequeña bolsa con alimento para gato sobre la mesa. Tal y como era de esperarse, la hermosa castaña pretendía cargar con su gato todo el día después de haberse enterado de lo que en las redes sociales se estaba diciendo, y no necesitaba preguntar para saber quién estaba detrás de aquella atroz acusación. Aquello le parecía genuinamente lindo, aunque inconveniente. Ella se había bañado a toda prisa, su cabello aun escurría, y el aroma de su shampoo le llenó las fosas nasales…apenas hacía unos instantes atrás, Arianna había estado desnuda. Se forzó a no pensar en ello.

—Ella es mi secretaria, Julia, le he ofrecido un nuevo empleo mucho mejor remunerado a partir del día de hoy. Igual que toda la ciudad vi ese post sobre Bolita, y supuse que lo llevarías contigo a todas partes a manera de prevención, pero no creo que sea una buena idea, se estresa