Capítulo 11: Un acto cruel e infame.
Aquella tarde en la florería Leonardo admiraba las hortensias, rosas, azules, lilas…la variedad de colores era fascinante, y todas juntas en el hermoso ramo que estaban armando para él, resaltaban mucho más su belleza.
—Su novia es muy afortunada, le regala flores seguido y sabe el significado de cada una, se toma la molestia de armar un ramo para que signifique algo en específico, pocos hombres se toman la molestia de leer lo que significa cada flor, en realidad usted es el primer cliente que conozco que sabe tanto sobre el lenguaje de las flores, de verdad su novia es una mujer muy afortunada. — decía una mujer de mediana edad que le entregaba el ramo recién hecho a Leonardo.
El apuesto rubio sonrió socarronamente ante el elogio recibido y un poco ruborizado tomó el ramo en sus manos.
—Oh no, ella todavía no es mi chica…pero pretendo que lo sea muy pronto, es una gran mujer. — respondió Leonardo.
La florista sonrió animadamente.
—No tiene nada de qué preocuparse joven, si esa mucha