54. La boca del lobo
Amir
Acabo de reunirme con el último de los testigos y el único jefe de policía que no ha sido comprado por mi padre, este ha escuchado todos los testimonios y le hemos mostrado copias de gran parte de las pruebas, pues de confianza o no, no pienso poner en manos de nadie los originales y finalmente tenemos la respuesta que tanto hemos esperado.
—Esto es más que suficiente para una orden de arresto y para inspeccionar sus propiedades.
—Debemos tomarlo por sorpresa o te aseguro que no encontraremos nada—respondo con la emoción a flor de piel.
El oficial asiente con la cabeza y deja salir un suspiro nervioso antes de volver a tomar en sus manos los documentos y las fotos que muestran a mi padre torturando personas, recibiendo chichas de camiones y reunido con gente que todos saben son del bajo mundo.
En esta oportunidad no va a poder sacudir a la justicia y si llega a conseguirlo ya tengo un plan B para destruir su nombre por completo, pues si la justicia quiere hacerse la ciega, esto