— Bien, todo parece estar en orden — el doctor movió ligeramente la mano de Hanna — ¿Siente alguna molestia al hacer esto? — el hombre movió su pulgar alrededor — ¿Algo?
— No, no siento ninguna molestia, doctor.
— ¡Excelente!
El hombre se puso en pie después de lanzar a la basura el yeso que le habían colocado a Hanna hacía unas semanas. Escribió alguna cosa en una hoja de papel y luego se la entregó a la mujer que con una rápida despedida salió de la consulta médica.
La chica miró la hora en su reloj antes de pedirle al chofer que la llevase a su segunda cita para ese día, las cosas habían estado calmadas las últimas semanas, pero Maximiliano ni siquiera le había permitido acercarse realmente a él en aquellos días, ya que después de haberse besado parecía increíblemente molesto con ella.
— ¿Ha habido alguna mejoría en su relación?
El segundo doctor que tenía enfrente aquel día le sonrió. La terapeuta parecía realmente emocionada por escuchar su respuesta, pero Hanna no sabía realment