— ¡Habla m*****a sea! — Anderson gruñó las palabras mientras la chica que seguía sujetando del cuello le miraba en pánico — ¿Dónde está mi m*****a hija?
Hanna quiso hablar, se intentó liberar del fuerte agarre que le impedía respirar y trató realmente de pedir ayuda, pero no era capaz de hablar, solo podía mirar aquel rostro masculino que parecía explicar muchas más cosas de las que ella alguna vez pudo imaginar.
¿Realmente era la hija de aquel hombre?
¿Estaba suplantando a su hermana?
¡Ella tenía una hermana!
La mujer sujetó la mano que abrazaba su cuello cuando su vista comenzó a sentirse borrosa. La chica sintió las lágrimas salir de sus ojos y aunque quiso luchar estaba perdiendo incluso la posibilidad de seguir consciente.
Un sonido más allá de la sala de estar hizo al hombre soltarla en un instante. Los pulmones de Hanna, quemaron cuando se llenaron por completo de aire y tosió sin control mientras llevaba sus manos a la dolorida garganta que había sido sujetada por aquel h