Lucian
La oscuridad se vuelve nuevamente espesa, opresiva. El templo, que un instante había sido una arena de luz pura, parece contraerse sobre sí mismo. El suelo tiembla bajo nuestros pies, como si una fuerza invisible intentara tragarnos en las entrañas de la tierra. Pero hay otro fenómeno, aún más inquietante: un silencio pesado, casi tangible, invade el espacio. Un silencio que siempre precede al colapso total.
Siento mi corazón latir más fuerte, una presión creciente en mi pecho, como si el aire mismo se hubiera vuelto demasiado denso para respirar. La magia, esa misma magia que nos permitió romper las cadenas de la Reina de las Sombras, parece escaparse de nosotros, disolverse en el espacio, desvanecerse en las crecientes tinieblas.
Lucian. La voz de Morgane me hace sobresaltar. Es firme, pero también está llena de una inquietud silenciosa. Algo no va bien.
Asiento sin decir una palabra. Estamos lejos de haber ganado. La desaparición de la Reina de las Sombras fue solo el primer