Dante
No me dejé engañar.
Sasha y Adrian pensaban que podían manipularme, pero olvidaban una regla fundamental: nadie engaña a Dante Moretti.
Gracias a Elias, pude ver más allá de las apariencias. Los mensajes que transmitía a los Hijos de la Noche no eran tan inocentes como parecían.
— Han creado una puesta en escena, dije mientras jugaba distraídamente con mi cuchillo de caza. Quieren hacerme creer que la alianza es real, forzarme a reaccionar de manera impulsiva.
— ¿Qué piensas hacer? preguntó Enzo, su mirada brillando de emoción.
Le lancé una sonrisa de lado.
— Jugar con sus propias reglas.
Me levanté, dejando mi cuchillo sobre la mesa con un golpe sonoro.
— Prepara una reunión con Elias. Quiero ver qué sabe realmente.
La Reunión
El lugar fue elegido con cuidado: un antiguo almacén abandonado en las afueras de la ciudad, lejos de miradas indiscretas.
Elias ya estaba allí, nervioso. Saltó al verme llegar, rodeado de dos de mis hombres.
— Dante… yo…
Le levanté una mano para interrum