Sasha
Livia, por su parte, está tranquila, pero en su mirada brilla un destello que ningún mortal podría ignorar. Conoce la profundidad de su poder, y sabe que ya no hay lugar para compromisos. Me ve como una amenaza a eliminar, una piedra en su camino hacia la invencibilidad.
¿Crees que puedes detenerme? Livia me lanza una sonrisa, una expresión llena de desprecio, como si mi simple presencia fuera una ofensa a su existencia. No eres más que una sombra en mi camino.
Aprieto los dientes. Puede tener todo el poder que quiera, pero hay una cosa que aún no ha comprendido. El poder solo no conduce a la victoria. La fuerza, sí. Pero el alma… el alma marca la diferencia.
Te has dejado consumir por la sed de poder, digo con voz firme. Has olvidado lo que realmente importa. No eres tú, no soy yo, es por lo que luchamos.
Livia frunce el ceño. Un destello de incertidumbre atraviesa sus ojos, pero lo borra rápidamente. Extiende los brazos, y una explosión de energía me envuelve. Soy lanzada hac