Sasha
El viento sopla más fuerte ahora, haciendo susurrar los árboles a nuestro alrededor en una danza silenciosa, como si la naturaleza misma nos estuviera observando. La atmósfera se espesa, cada paso que damos parece acercarnos más a lo que debe suceder. El aire está cargado de esa energía extraña, casi palpable, que siempre precede a las grandes decisiones, aquellas que lo cambian todo.
Le echo un vistazo a Adrian. Está más callado de lo habitual, y sé que lucha internamente. Ambos hemos atravesado pruebas, pero esta parece diferente. Cada fibra de mi ser me dice que lo que buscamos, este final, será todo menos simple. Y, sin embargo, una parte de mí siente una extraña serenidad. Tal vez el hecho de saber que el final se acerca aporta una forma de paz. Porque a lo largo de este viaje, ha habido momentos en los que dudé, momentos en los que no estaba segura de nosotros. Pero hoy, más que nunca, sé que esta última etapa debe ser superada.
Estamos casi allí, dice Adrian con voz grave