Pensé que, al ver que me iba y con Karla presente, Daniel no me seguiría. Pero lamentablemente, me equivoqué; su terquedad era inquebrantable.
No solo él me siguió, sino que Karla también lo hizo. Verlos a los dos me provocaba un gran dolor de cabeza.
—Camila, ¿no vas a firmar? El médico dijo que necesita la firma de mi esposa —Daniel me miraba con una expresión de desamparo, mientras Karla detrás de él mostraba la misma frustración.
Empecé a cuestionar a Fernando; si Karla era tan importante, ¿por qué no le ponía dos guardaespaldas? Con su actitud desafiante, si algo llegara a pasar, todos terminarían perjudicados.
Daniel solo tenía ojos para mí, pero Karla se interpuso entre nosotros.
—Dani, hoy tengo mi chequeo prenatal. Ven conmigo, ¿no quieres ver a nuestro bebé?
Finalmente dejó de referirse al niño como su "hijo", lo cual parecía indicar que había escuchado lo que le había dicho antes.
La familia de Karla siempre había privilegiado a los hombres; incluso ella se había ganado su p