Daniel aclaró la garganta con fuerza y volvió a adoptar una expresión seria.
Me ayudó a arreglar la ropa y luego me dio una palmadita en el hombro.
—Sigue esforzándote en el trabajo, no dejes que el proyecto se retrase.
Luego se dio la vuelta y salió corriendo, dejándome a mí, incómoda, y a Valentina, que no paraba de reír.
—¿Qué pasa entre ustedes dos? ¿Se reconciliaron? ¡Qué rápido ha sido este cambio! ¿Daniel está poseído por algo? ¡Sigue así, jajaja! —Se acercó y, imitando a Daniel, me dio una palmadita en el hombro.
Le lancé una mirada de reojo y luego le conté lo que había pasado aquel día.
—De todos modos, él también fue drogado, así que no te preocupes, seguramente no se acuerda. Escuché que estaba tan confundido y solo sabía besarte. Si no supiera lo que pasó antes, pensaría que es un protagonista romántico —Valentina parecía saberlo de antemano y solo movió la mano en señal de desdén.
Suspiré, sabía que Estela seguramente había difundido esta noticia. Menos mal que su teléfon