—¿Estas diciendo... que yo sigo casada con él?— preguntó enojada, Amir por su parte se sonrojo apenado. Habian pensado hablar con ella después de la boda entre su alteza y la señorita Malissa pero Alá solo sabe como transcurrían las cosas y sin duda no metería la mano en aquel fuego.
—Usted debe entender...no queríamos llegar a esto pero usted tampoco ayudó con la situación— expuso incómodo con toda la situación la cual sin duda escapaba de sus manos, Isabel hizo una pequeña mueca.
Vio a la pequeña Layla como dormía en su cunero, la niña era un Angel se levantaba solo cada dos horas y luego se volvía a dormir, no era para