**CAPÍTULO 30**
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**Punto de vista de Alexia :**
Me incorporo rápidamente en la cama, mi corazón late con fuerza y el sudor recorre mi rostro. Respiro con dificultad y sé que ha sido una pesadilla. Coloco una mano fría en la parte posterior de mi cuello. Un fuerte trueno suena y doy un salto. Puedo escuchar la lluvia cayendo afuera y golpeando el techo. Empiezo a sentir mi cuerpo entrar en pánico y a hiperventilar. Nunca me han gustado las tormentas, me destruyen. Siempre he necesitado la compañía de alguien durante una tormenta.
La última semana ha sido un infierno. Lo he extrañado día y noche. He llorado constantemente. He estado tomando pastillas para poder dormir y no sentir nada ni pensar en él. Me he mantenido alejada durante siete días, pero no sé cuánto más podré resistir.
Necesito a Beck. Lo quiero. Quiero su calor y sus palabras reconfortantes. Siento las lágrimas caer por mi rostro. Deshago los enredos de mis piernas con el cobertor y me levanto de la cama. Me acerco a la puerta y la abro con cuidado. La puerta de su cuarto está entreabierta y camino por el pasillo en silencio. Abro su puerta. Él está durmiendo de lado, respirando de forma profunda y lenta.
Camino con cuidado hasta el borde de su cama, le retiro las sábanas con suavidad y me subo a la cama con delicadeza. Seguramente me ha escuchado o ha sentido mi movimiento, porque se gira y me mira abriendo un ojo.
—¿Lex ? ¿Qué haces aquí ? —dice con su voz adormilada.
—¡Lo siento mucho ! —sollozo y le rodeo el cuello con los brazos—. ¡Debería haberte perdonado y olvidado ! ¡Lo siento mucho !
—Oh, mi vida, shhh, está bien. No tienes nada de qué disculparte. Tenías todo el derecho de estar enojada conmigo. Yo soy el que debe disculparse. Shhh, no llores. Está bien. Todo está bien —murmura mientras seca mis lágrimas.
—Soy una pésima pareja —ahogo un sollozo y lloro más fuerte.
—Eh, eh, no digas eso. ¡Eres una pareja maravillosa ! Tienes derecho a estar enojada conmigo —miro hacia abajo—. Yo también estaba enojado conmigo mismo. Lo siento mucho, Lex.
—Te perdono —susurro, y sé en mi corazón que lo he hecho. En ese momento, un trueno resuena nuevamente y lo abrazo con más fuerza.
—Tienes miedo de las tormentas, ¿verdad ? —asiento tímidamente, entre sollozos.
—Ven aquí, te tengo —me dice, susurrando en mi oído, besando mi cuello y rodeándome con sus brazos—. Estás a salvo, princesa. Duerme, estoy aquí ahora.
Entierro mi rostro en su pecho y siento cómo su calor me envuelve. Pronto mis lágrimas cesan y caigo en el mejor sueño que he tenido toda la semana.
**Punto de vista de Alexia :**
Despierto con el suave sonido de un resoplido cerca de mi oído y el calor de su aliento en mi mejilla. Abro un ojo y me encuentro cara a cara con Beck, que sigue durmiendo. Me siento confundida por un momento, hasta que los recuerdos de anoche vuelven a mí. Sonrío suavemente y estudio a mi compañero. Su rostro es perfecto, con labios llenos y rosados, un mentón afilado y bien definido, y largas pestañas rubias. La luz del sol que entra por la pared de ventanas hace que su cabello se vea aún más rubio.
—Es de mala educación mirar —murmura.
Me río suavemente.
—¿Cómo supiste que ya estaba despierta ?
CAPÍTULO 31**« Tu latido ha cambiado. » responde, con los ojos aún cerrados. « Vuelve a dormir. Es temprano. »« ¿Alguna vez has oído hablar de aprovechar el día ? »« Podemos aprovechar el día en una hora. Vamos, princesa, sabes que quieres. » suspira.« Está bien, » me acurruco más cerca de él y él entierra su rostro en mi cabello. Me dejo llevar por el sueño, despertando de vez en cuando durante los siguientes treinta minutos, antes de despertar completamente. Beck ha vuelto a dormir casi instantáneamente. Realmente pensaba dejarlo dormir media hora más, de verdad lo pensaba. Pero pronto me siento inquieta. Comienzo a dibujar espirales y patrones en su pecho desnudo con las yemas de los dedos. Él se mueve, pero no dice nada ni abre los ojos. Me inclino hacia adelante y presiono mis labios contra su pecho, subiendo por su cuello, a lo largo de su mandíbula y termino con un beso en sus labios.Sus ojos se abren de golpe, sorprendidos. Pero rápidamente se mueve, de modo que ya no est
CAPÍTULO 32— Lo siento, cariño, estoy tan cansado que no creo que pueda levantarme… ¿Por qué no sales y lo recoges tú? —dice, divertido.— Mi toalla es tan corta… maldición… no quiero… está bien. —murmuro para mí misma. Intento estirar mi toalla, que apenas cubre mi trasero, y la bajo hasta una longitud más apropiada, mientras me aprieto los brazos contra el pecho. Este chico me va a matar.Salgo de detrás de la puerta y me acerco a la silla al borde de la cama donde Beck ha dejado un conjunto de ropa para mí. Los ojos de Beck no me pierden de vista, recorriéndome de arriba abajo, con hambre. Sus ojos se vuelven negros de deseo y deja escapar un gruñido bajo. Me estremezco y me agacho para tomar la ropa. Me enderezo y me dirijo al baño para cambiarme, pero me detengo cuando un brazo rodea mi cintura y escucho una voz ronca en mi oído.— Vaya, eso fue un espectáculo, no puedo esperar a verlo otra vez. —susurra, besando mi hombro desnudo, antes de apartarse. Me estremezco de nuevo y me
CAPÍTULO 33— Sé que has pasado por mucho últimamente, pero los guardias que te mantuvieron prisionera aquí tienen que ser tratados. — Me puse pálida.— No te asustes, mi amor. Tenemos que revisar a cada uno de los guardias. Podemos hacerlo de dos maneras. Podemos hacerlo todo de una vez frente a mis chicos o podemos pasar los próximos dos días solo tú y yo revisando a los guardias de rango bajo, y luego ver a los de rango alto con los chicos.Me quedo callada por un momento.— ¿Qué necesitas saber ? — Camina hacia mí.— Princesa — suspira — necesitamos saber todo lo que te hicieron. No hace falta que nos cuentes todos los detalles horribles, pero sí lo que hicieron.— ¿Y estarás tú allí ?— Siempre.— Creo que prefiero que lo hagamos todo de una vez.— Perfecto. Gracias, mi amor. — Me besa en la frente. — ¿Está bien esta tarde ?Dudo un momento.— Supongo que no está mal.— Bien, les avisaré. Aquí tienes tu avena. — Me entrega un tazón grande. — Ahora quiero que intentes comerla toda
**CAPÍTULO 34**— Muy bien, vamos a ver qué tenemos. — Levanta mi camisa y empieza a examinar las heridas. — La hinchazón ha bajado mucho y estas parecen haber sanado bastante bien. Solo necesitamos quitarte los puntos, ¿de acuerdo ? Ahora, habrá algo de cicatriz, pero es posible que se desvanezca con el tiempo. — Asiento. — No te gustan las agujas, ¿verdad ? Voy a pedirte que mires para otro lado, como la última vez. —Cierro los ojos y giro mi cabeza hacia la pared, como hice antes, y Beck me da un beso en la frente. Siento cómo la aguja se introduce bajo mi piel de nuevo y doy un pequeño grito de sorpresa. Beck agarra mi mano y empieza a frotarla suavemente con su pulgar grande y fuerte. El Dr. Blake comienza a trabajar y el ambiente se queda en silencio por un rato, solo se oye el sonido de las tijeras del doctor mientras corta los puntos.— Entonces, Alexia, ¿quieres contarme qué pasó con las pastillas ? — Pregunta el Dr. Blake mirándome. Me giro hacia él y suspira.— Estaba pasa
CAPÍTULO 35***« En la casa en la que crecí, al otro lado del territorio. »**« Ahh. ¿Hay más de vosotros ? »* Se ríe.*« No, eso somos todos. »* Y empezamos a subir las escaleras hacia su oficina. En el camino, me contó cosas y supe que Damian, Carter y Ryan eran los únicos que quedaban en el grupo que no habían encontrado a sus mates aún. Emma lo descubrió hace un año, cuando se enteró de que todos le habían ocultado que su mate ya la había encontrado.Llegamos a su oficina y ya podía escuchar a los hombres dentro. Dudé un momento antes de abrir la puerta.*« Oye, está bien. Solo haz como si estuvieras hablando conmigo, ¿vale ? »* Asentí y él tomó ambas manos en las suyas, besando cada nudillo. *« Vamos. »* Susurró.Me condujo adentro y se sentó en su escritorio, jalándome para que me sentara en su regazo. Me acurruqué instantáneamente contra él y me relajé un poco.*« Bien, chicos, estamos aquí porque tenemos que tratar el tema de los guardias y determinar cómo serán castigados. Le
CAPÍTULO 36**Ocasionalmente, una lágrima se escapa de la esquina de su ojo, y yo me detengo un momento para consolarla. Ella aprieta sus manos contra mi camisa cada vez que cambia la imagen. Un par de veces, aparece una nueva imagen y ella se aparta temblando incontrolablemente. Mi pobre princesa. Honestamente, me sorprende que siga viva, que haya sido lo suficientemente fuerte para soportar todo esto. No creo que yo hubiera podido.Finalmente llegamos a la última imagen, la que yo había estado esperando ver. Quería saber qué le había hecho a mi princesa. Solo entonces estaría en paz destrozándolo, sabiendo que estaría recibiendo lo que realmente merece.—Última, princesa —susurro, besando su sien.—Logan Fitzgerald. —Lex tiene una mirada vacía en su rostro, pero cuando aparece la imagen, ella da un brinco y empieza a temblar incontrolablemente. —¿Princesa ? ¿Lexi ? ¿Cariño ? ¿Qué pasa ? ¿Qué ocurre ? —digo tomando su rostro entre mis manos y obligándola a mirarme.—Es él —susurra, l
CAPÍTULO 37**— Entonces ellos ganan, se salen con la suya. Tiene que haber otra forma.— Eres increíble. Después de todo lo que te hicieron, aún te importa. Serás una maravillosa Luna — susurro.— Lo intentaré, pero ellos tienen que pagar.— Gracias.Nos quedamos en silencio un rato, cada uno sumido en sus pensamientos.— ¿En qué piensas ? — murmuro.— En recuerdos. Ver todas esas caras los trajo de vuelta — suspira.— ¿Estás bien ? — pregunto.— ¿Honestamente ? Me siento mejor después de sacar todo de mi pecho — dice con una pequeña sonrisa. Levanta la cabeza para mirarme. — ¿Y tú ? ¿Qué pasa por esa cabeza tuya ? — dice tocando con un dedo mi frente.— Qué tanto te amo. Qué afortunado soy de tener una gran compañera — respondo con sinceridad. Ella se sonroja y mira hacia abajo, jugando con sus manos. La tomo de la mano y entrelazo nuestros dedos. Ella suspira y se recuesta contra mi pecho.— ¿Qué te gustaría hacer por el resto del día ? — pregunta levantando los ojos hacia mí, desd
CAPÍTULO 38****Punto de vista de Alexia :**— Despierta, nena.— ¿Qué ?— Alexia, despierta, soy yo, Rhea.— ¿QUÉ ? Me levanté de un salto de la cama, gritando. Beck se levantó rápidamente y tomó mi rostro entre sus grandes manos.— Lex, ¿qué pasa, mi amor ?— ¿DÓNDE DEMONIOS HAS ESTADO, RHEA ? Le grité mentalmente a mi loba. Rhea aparentemente acaba de regresar después de estar desaparecida.— Lo siento, Alexia, tuve que dejarte, simplemente no era lo suficientemente fuerte, — gimió.— ¡Te extrañé tanto ! ¡Estaba tan sola !— Eso te enseñará a valorarme un poco más, — refunfuñó.— ALEXIA, ¿QUÉ PASA ? — gritó Beck, sacudiéndome y sacándome de mi confusión.— ¡Rhea ! ¡Encontré a mi pareja ! ¡Se llama Beck !— ¡Lo sé ! ¡He estado hablando con Leo ! ¿Por qué no estamos marcados y emparejados aún ?— ¡Rhea ! ¡Aún no estamos listas para eso !— ¡Él es mi pareja ! Estoy lista, — respondió, sonriendo.— ¡Rhea ! ¡No ! ¡Mal chica !— Oh, sabes que tú también lo quieres, — me dijo, sonrojándom