¡Maldita sea!
"Atraigo idiotas a mi vida."
Sonreí y le di las gracias al vaso de jugo, regresando a mi puesto de trabajo.
"Buenas noches, hemos solicitado una mesa en nombre de López Bizz."
"Sí, son los novios." Les sonreí.
"Sí, los estábamos esperando."
Dije, mostrando mi mejor sonrisa.
"¿Qué tal su día?"
Pregunté mientras los guiaba a la mesa.
"Bueno, mi novio consiguió un puesto muy importante en la empresa donde trabaja."
La futura Sra. Bizz respondió con entusiasmo.
"Felicitaciones por su puesto, señor, por favor."
Dije, señalando la mesa.
"Preparamos lo mejor para celebrar su ascenso."
"Muchas gracias."
"Buen provecho."
Dije antes de irme. Regresé rápidamente a mi puesto; todo iba mejor de lo esperado.
Regresé a mi puesto de trabajo hasta que finalmente terminó mi turno. Eran alrededor de las 3 de la madrugada cuando cerró el restaurante.
Salí del restaurante con mis pertenencias en la mano; lo único que necesitaba era quitarme los zapatos y dormir en mi cama durante horas. Un c