Salgo de la cabaña y los ánimos se encuentran encendidos, los hombres gritan y aúllan y los hombres de la manada de los Rangers rígidos tratan de provocar a mis hombres.
Luciano y Alondra me esperan en el centro de la plaza de nuestro pueblo.
— ¿Estás bien? — Me pregunta Alondra y en realidad no sé lo que siento.
Mi padre y mi hermano han muerto y no tengo la menor idea de donde se encuentra Nala en este momento y solo deseo dejarlo todo e ir a buscarla.
— Nala está cerca, lo siento — Le digo a Luciano mientras este me entrega una bebida energética.
— Pondré a varios deltas a buscarla, no te preocupes. La encontraremos — Me dice — Concéntrate en ganarle a Kaya, no puedo