Mi corazón se agitó, imaginando aquel dormitorio que William me había dicho que era todo mi mundo. Una y otra vez mientras recibía su placer de mí. Dolorosamente.
"No te preocupes, Sera, estoy cuidando bien de ella. Por ahora, al menos", determinó William.
"¿Por ahora?" Escupí.
"Suponiendo que cump