Sólo vacío.
Rosie estaba boca abajo en un charco de su propia sangre, del mismo tono que su pelo. Kit estaba de rodillas junto a ella, sacudiéndola desesperadamente. Su piel cremosa parecía antinaturalmente pálida, pintada de carmesí.
Se veía... se veía... igual que en mis pesadillas.
"Rosie..." La