Siempre tenía que suponer lo peor.
Mejor estar preparada y aliviada que desprevenida. Salgo de la ducha, me envuelvo el torso con una toalla y la paso por debajo de los brazos.
Descalza, bajé las escaleras, pasando por encima de las barreras de la verja para bebés.
Crujidos. Golpes en el metal jus