Dorian
No pensé nunca que usar mi voz de Alfa en los Dalacars fuera a surtir efecto.En nuestro primer encuentro me atacaron y en los restantes no me habían hecho mucho caso.Hoy ,sin embargo,me obedecieron viniendo a la manada y ahora ,después de usar mi voz de mando,me habían mostrado respeto y me habían dejado montarlos.Que raros eran estos bichos,raros pero increíbles.
Sobrevolamos toda la manada,la verdad es que si este viaje fuera un paseo de ocio lo hubiera disfrutado bastante.Era impresionante ver la manada desde las alturas.Parecía una maqueta de nuestro precioso y extenso territorio.
El lobo que llevaba a Dalila se colocó a mi lado y tomamos rumbo a las montañas.Estuvimos dando vueltas por un rato hasta que los Dalacars decidieron bajar en un punto determinado y una vez que tocamos tierra se pusieron a brillar.
—¿Está aquí mi hijo?— Dalila preguntó en cuanto se bajó del lobo blanco.Lástima que estos bichos no hablaran.
Los Dalacars se limitaron a tumbarse, chuparse alguna extre