La rifa

Noah había creído que podría volver a ser invisible durante una semana, solo que no contaba con que ahora era el centro de atención de todos los lobos de la manada. Le resultaba imposible pasar desapercibida cuando donde quiera que iba la señalaban como la pareja rechazada del alfa. A pesar de todo lo que había sufrido de alguna manera la culpaba a ella, como si ella hubiera elegido ser la compañera destinada de Arley. Todo se complicó para ella cuando al segundo día luego de la fiesta se corrió la noticia de que el alfa estaba enfermo y no podía levantarse de la cama. Al parecer rechazar a su compañera cuando acababa de aparecer su lobo supuso un golpe demasiado fuerte para el joven Alfa y le estaba costando recuperarse.

Pronto el rechazo de Noah dejó de ser solo un chisme y se convirtió en algo peligroso para toda la manada, una manda sin un buen alfa era vulnerable, cualquiera podría atacar y tomarlos por sorpresa, necesitaban un líder fuerte que los protegiera. Y como no podían culpar a su alfa por tomar la decisión de rechazar a su pareja, descargaron su frustración en Noah y la pobre chica terminó convirtiéndose en el saco de boxeo de la manda. Para cuando llegó el día de hacer la rifa y escoger las chicas que sería dadas como ofrendas la piel de Noah no tenía un solo lugar en el que conservara su color natural. La chica está morada por todas partes y le dolía hasta respirar.

Como cada año el tercer viernes del mes de agosto llegaba una patrulla de cinco hombres provenientes de la manada Luna Oscura, eran atendidos con la mayor de las hospitalidades y luego del almuerzo se realizaba “la rifa” y lo señaló entre comillas porque no era mas que una farsa en la que sólo participaban las lobas menos favorecidas y de clase baja que no tenían a nadie que cuidará de ellas. El ventó consistía en echar en una caja los nombres de todas las chicas de 18 a 25 y luego sacarían 3 nombres y las elegidas serían las que abandonarían la manada al finalizar la tarde.

Ese día todo marchaba igual que siempre, excepto cuando por rutina el encargado de sacar los nombre preguntó.

- Hay alguna voluntaria. — Hasta la fecha nunca nadie había dado un paso al frente, pero para sorpresa de todos una chica flaca de cabellos negros y ojos rojos levantó la mano y cojeando como pudo llegó al frente de la multitud.

- Yo me ofrezco como voluntaria.

Todos en la manda conocía a Noah, si no era por sus ojos era por la reciente noticia de ser la pareja del alfa, por lo que el encargado no sabía si podía permitirle marcharse, dudó un momento antes de hablar.

- No aceptada. — declaró — y ahora pasemos a sacar los nombres.

-Por qué no soy aceptada, deme una razón — grito Noah usando todas sus fuerzas.

Simplemente no, y no molestes si vuelve a hablar que alguien se la lleve y la encierre. — los guardias se disponían a obedecer cuando se escuchó una voz.

Un momento — era el capitán de la patrulla Luna Oscura. — No veo porque la chica no puede ser aceptada, las leyes son claras, cualquiera de 18 a 25 y si ella se a presentado voluntaria no hay razón para el rechazo. — el encargado de la rifa quería refutar sus palabras, pero tenía demasiado miedo para hacerlo y al no ver a su alfa o alguien que lo apoyara decidió mejor no arriesgar su pellejo, por lo que terminó aceptando.

Bien, procedamos ahora a sacar los otros dos nombres.

Noah no fue capaz de escuchar los otros dos nombres, ya que uno de los hombre de la patrulla siguiendo las ordenes de su capital la tomó por el brazo y la llevó hasta un carruaje en forma de jaula y la dejó allí y regreso a buscar las otras. Noah se quedó sola escuchando el latido de su corazón y agradeciendo a la diosa Luna por haberle permitido salir de su manada.

Unos minutos más tarde el mismo guardia regresó con dos chicas más, una era rubia, bonita, bien vestida, mientras q la otra era castaña, flaca como Noah y se le notaba en las manos el trabajo pesado. A la primera Noah la había visto por la mansión de la manada su nombre era Esella, había sido la amante de uno de los consejeros del Alfa, pero acababa de descubrir a su pareja y el negarse a rechazarle la envió a ella aquí y a él bajo tierra. En el rostro de las tres chicas se podía leer la tristeza y las cicatrices que la manada eclipse había dejado en sus corazones.

Las chicas se mantuvieron en silencio durante algunas horas hasta que por fin la patrulla de hombre se acercó y comenzaron a preparar todo para partir. La chica Castaña fue la primera en romper el silencio.

-¿Qué creen que hagan con nosotras? — preguntó, pero no obtuvo respuesta— creen que de verdad nos volvamos la cena o nos entreguen a los humanos.

- Cualquier muerte que nos puedan dar será una misericordia comparada con la vida en esta manada. — le respondió Estella cuando el carruaje se pudo en movimiento y fueron dejando atrás los muros de su cuidad.

- Pero yo no quiero morir, acabo de cumplir los 18, soy demasiado joven aún quiero encontrar mi compañero y conocer el amor.

- Te parece que a nosotras nos fue bien después de conocer un compañero — Esta vez la voz de Estela fue más dura cuando señalaba a Noah y a si misma — tener compañero es una m****a.

El carruaje continuo en silencio durante algunas horas más hasta que llegaron a un claro en el bosque donde había un campamento con otros lobos. Cada grupo de 5 hombres traía una carreta con 3 muchachas dentro. Había casi 100 chicas. Algunas lloraban y gritaban pidiendo que las dejaran ir, otras no conseguían parar de temblar, las mas tranquilas eran las de la manada Eclipse que observaban todo con desinterés.

- Atención chicas- gritó el capitán que antes había ayudado a Noah, - sé que han escuchado todo tipo de historias sobre lo que les sucede a las chicas de ofrenda, pero les puedo asegurar que no son ciertas, nadie les va hacer daño, nadie las va a asesinar ni a preparar en la cena, preferimos los osos – el resto de hombre se hecho a reír, pero las chicas continuaban serias- ahora no puedo contarles todo, además se que no me creerían, solo tienen que esperar a llegar a la manada y sabrán la verdad. El viaje durara un par de días, necesitaremos su cooperación, repito no le haremos daño, pero tenemos reglas que tienen que cumplir. No son esclavas, pero por el momento tampoco son libres, la que intente huir puede hacerlo, pero serán abandonadas a su suerte y este no es un lugar para pasear tranquilamente, la que se valla debe tener presente que no podrá regresar y los traidores son castigados con la muerte. Olvídense de sus anteriores vidas, olvídense todo lo que dejaron atrás a partir de este momento forman parte de la manada Luna Oscura.

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