Aunque le había respondido a mi hermana, no me sentía cómoda con lo que había hecho. Seguramente, los Every estaban acostumbrados a resolver sus conflictos en la privacidad de sus propiedades y no, ventilando estos delante de extraños.
Pero, no pude contenerme. Aunque no había pasado esto antes cuando viví con ellos, desde que me había prometido ser distinta, mi familia había recurrido a insultos para hacerme quedar mal delante de los demás. Era evidente que querían quebrar mi espíritu y condenarme eternamente a una sumisión donde siempre sufría. Cosa, que ya no iba a permitir, pero, mi método no era el correcto y esto iba a agotar a los Every.—Lamento mucho haber sido parte de un escándalo… nuevamente— murmuro a la familia que me había respaldado en cada situación mala causada por mi propia familia.—&iques