Suspiro profundo y Jareth me ayuda a salir del auto, para aferrarse a mí, algo que es fácil, porque su madre se encarga de ordenar a los fotógrafos para que nos tomen todas las fotos posibles. Algo que me deja ciega por breves segundos.
—No te preocupes, al menor descuido huiremos. — Dice Jareth cerca de mi oído y yo asiento.Los dos entramos a la casa, sintiéndonos de la farándula, pero, cuando estamos por caminar por el vestíbulo del lugar, mi suegra nos coloca una especie de pulsera que se ilumina y hace un clic.—Siento que han pasado años desde que entré aquí por primera vez. — Susurro maravillándome por el lugar.—En ese momento mi hijo te buscaba, pero, yo bloqueé todos los caminos, debía confirmar si eras buena para él y cuando lo supe, me inventé lo de ser una anciana. — Dice mi suegra.—Un disfraz acorde