Necesitaba controlar la situación, porque el hombre que estaba sobre mi cuerpo parecía un animal y no precisamente de esos tiernos. En pocas palabras, parecía que estuviera en celo, pero, eso era imposible porque ello solo nos sucede a las mujeres.
—Debo tenerte— susurra Jareth y yo lo aparto un poco.—Concéntrate en mí un momento——Nena, por estar tan concentrado en ti, es que estoy así de mal— dice Jareth y yo respiro profundo para no enloquecer con el aroma que su cuerpo desprende.—Realmente tengo hambre. No comí después de lo poco que comí en tu casa y esa energía la consumí casi de inmediato. Así que…— susurro y Jareth lleva su rostro a mi cabeza y aspira fuertemente mi cabello, para después alejarse.Su corazón agitado, comienza a disminuir su frecuencia de latidos y él se aleja lentamente de m