Después de una discusión por mí, durante más de una hora, mi suegra se marcha porque tiene una cena que preparar y es solo así, que podemos marcharnos por nuestra propia cuenta.
—Mi madre es abrumadora. — Dice Jareth y yo sonrío.—Sé que es así. Siempre lo ha sido. — Digo sonriendo, al recordar cómo nos conocimos.Jareth me sonríe y los dos corremos en nuestras versiones de lobos hasta una parte alejada donde descansamos mirando un paisaje increíble que no conocía o por lo menos, no había visto detalladamente.Sin lujos, nos quedamos debajo de un árbol grande, donde Jareth se acuesta en su versión humana y palmea su pecho para que me quede sobre su pecho. Por lo que, de inmediato, me transformo en humana y sonriente, me coloco sobre su pecho.Jareth comienza a acariciar mi espalda y besar mi cabeza, con el amor que tanto me tard&ea