Narra Adhara
Todo lo veía doble, pero, no podía decir que no entendía lo que me sucedía. Había ignorado que estaba frente a dos víboras que no se darían por vencidos fácilmente. Mi mayor error fue olvidar eso y ahora, estoy excitada con un desconocido a mi lado.Deseando que este tocando algo agradable, paso la mano por su toros y me sorprende que no sea una persona con mucha grasa abdominal o que huela a cigarrillo y carne. Sonrío al llevar mis manos y sentir como su mandíbula está bien marcada.— ¿Te gusta lo que estas tocando? — pregunta el hombre con voz tan varonil que hace que mi cuerpo hormiguee. Su voz podría causarme un orgasmo y nadie me juzgaría por ello, por lo menos, ninguna mujer, porque creo que a todas nos daría la misma reacción.— Estas en forma. Eso es bueno, porque me gusta comer bien. — susurro y &