Selene no reaccionaba ante la mirada enfurecida de Maximilien, no solamente estaba conmocionada por los estragos del accidente, sino también por la actitud de su esposo, ¿Por qué estaba tan enfurecido? Se preguntó de forma repentina.
—¡Maxi! Mi amor ¿Qué pasa? —tragó saliva y preguntó
—No me digas mi amor, esas palabras suenan falsas en tu boca
—¿Qué pasa? ¿Por qué me estás hablando de esa manera? —Selene se estaba empezando a preocupar realmente
—¡Arpía mentirosa! —Maximilien no pudo evitar soltarle lleno de odio
—Pero… pero ¿Qué pasa? —Un terrible escalofrió le heló hasta los huesos a Selene.
—¿Qué pasó con nuestro hijo? —preguntó Maximilien sarcástico
Selene lo miró confundida sin saber que hacer o que decir, por inercia se acarició el vientre, ya estaba acostumbrada a hacerlo de tanto mentir, que lo hacía de forma natural.
—Nuestro hijo está aquí mi amor, aquí dentro de mi vientre ¿Por qué me estás hablando así? Cálmate, sea lo que sea que este pasando, lo podemos hablar, mira en