POV : Carttal Azacel
Últimamente, ver a Aslin así me destroza por dentro.
No dice nada, claro. Siempre ha sido fuerte. Siempre ha sido de esas mujeres que sonríen incluso cuando el mundo se le cae encima. Pero yo la conozco. Puedo sentir su silencio. Lo noto en la forma en que evita mis ojos, en cómo se queda quieta por largos minutos, como si estuviera escuchando algo que solo ella puede oír. Y en las noches... en las noches es peor. Se despierta sobresaltada, susurra nombres que no quiere repetir al día siguiente, y vuelve a dormir como si no quisiera recordar.
Me duele. Me frustra. Porque pensé que todo eso había quedado atrás.
Pensé que, por fin, podíamos vivir en paz.
Alexander está muerto. Lo vimos morir. Yo lo vi morir. Y sin embargo, algo la persigue. Algo que no me cuenta. ¿Por qué ahora? ¿Por qué de nuevo?
La mañana en la oficina no ayudó mucho. Apenas puse un pie en el edificio, Ana —mi secretaria— ya estaba en modo conquista. Un vestido que le marcaba cada curva, perfume