2. Buscando información

Y como Nadia había dicho, ambas tenían algunas de las asignaturas juntas, a excepción de las materias de la carrera a la cual eran totalmente diferentes.

Después de tomar algunas clases juntas, ambas estaban caminando. Pero Charlotte podía sentir en cada cierto tiempo varias miradas sobre ella, pero cada vez que se daba la vuelta no podía divisar a nadie por la multitud de personas en los pasillos y Nadia se dio cuenta de eso.

— ¿Oye que tienes? Estás pálida —le preguntó Nadia tocando su hombro.

— No es nada —negó—. Es solo que sentía que alguien me vigilaba, pero no estoy segura — comenzó a caminar hacia la salida.

— Es solamente tu imaginación —comentó caminando, junto con ella.

— Sí, de seguro es eso. Cambiando de tema, ¿Quieres ir a mi dormitorio a investigar sobre Damián Walter?

— Sí, vamos —asintió Nadia siguiéndola.

Para Charlotte y Nadia fue una gran sorpresa que sus dormitorios estuvieran uno al lado del otro, así que no tendrían que estar caminando mucho cuando necesitaran hacer algo juntas.

— ¿Por dónde quieres comenzar? —Charlotte quitándose los zapatos y sentándose en la cama.

— Por lo primordial —dijo buscando la computadora en su maleta.

— ¿Dónde dormiste? Porque aquí no fue —preguntó con el ceño fruncido.

— Dormí en un hotel, antes de venir aquí llamé y les dije que fueran a buscar las maletas — se encogió de hombros, sentándose en la cama.

— Entonces que comience la investigación —se sobó las manos.

— Busquemos a Damián Walter —le dio a buscar y le aparecieron muchos resultados.

Damián Walter: Empresario exitoso.

Con tan solo treinta y cinco años, es uno de los empresarios más codiciados del mundo entero. Es el presidente absoluto de los hoteles “The Walter”. Están por todo el mundo, principalmente en el Caribe.

Sus hoteles se conocen por el excelente funcionamiento, los empleados que trabajan en ellos son elegidos por tener la capacidad para el puesto que desean, si no tienen la experiencia, no serán contratados.

A lo largo de los años no se le ha visto con ninguna pareja de forma seria ante la prensa, pero sí con algunas mujeres que pasan de ser amigas a muy íntimos. Damián Walter heredó los hoteles a la edad de veinte años, luego de que sus padres hayan decidido alejarse del ojo público, para estar centrados en su vida diaria. Su vida privada es un misterio, sin embargo, se rumora que a lo largo de los años, ha tenido amantes de ocasión, de igual modo que...

— Creo que ya es todo por hoy —expresó Charlotte cerrando el computador, y ella asiente.

— Ya tienes más o menos la información de su vida, ya sabes las preguntas que le vas a hacer —Nadia se puso los zapatos.

— Antes de dormir las hago —se quitó la blusa—. Nos vemos mañana, porque yo también tengo que hacer la entrevista —dijo recogiendo sus cosas y caminando hacia la puerta.

— Está bien, nos vemos mañana —le dio un abrazo—. Duerme bien.

Dejó salir un suspiro de cansancio tirándose a la cama donde duró unos minutos acostada. Se levantó para buscar su pijama de dormir y luego se dispuso a entrar al baño para darse una ducha. Salió con la ropa puesta después de darse una ducha refrescante.

El sonido del despertador la hizo salir de uno de los mejores sueños que había tenido en su vida después de que se había mudado a ese lugar hace unos días. Se puso un vaquero ajustado a sus piernas y con una blusa color azul cielo. Salió de la habitación con rumbo hacia la universidad.

— ¡Charlotte! —gritan a sus espaldas, se dio la vuelta encontrándose con su amiga corriendo hacia ella.

— ¿Cómo estás, Nadia? —preguntó sonriendo.

— Bien —respondió Nadia como si nada.

— ¿Ya sabes lo que le vas a preguntar a Mitchel? —preguntó con curiosidad, y ella asiente.

— ¿Y tú ya sabes?

— Para nada, después de que te fuiste me dormí —hizo una mueca—, pero algo se me ocurrirá.

No siguieron hablando, pero cada vez que tenían un receso entre clases hablaban de sus vidas.

— Nos vamos —dijo la rubia caminando hacia la salida de la universidad, donde se encontraban varias personas hablando entre ellos.

— Oye, Nadia, perdón por la pregunta que te voy a hacer ¿Pero te gustan alfas? —preguntó en un susurró, para que nadie la escuchara.

— Sí, aquí no se mete con nadie por sus gustos sexuales.

— En el instituto que estudiaba anteriormente siempre me hacían acoso escolar, por el simple hecho de ser una “cerebrito” y porque me gustan los hombres dominantes, por eso fue que me postulé para una beca en esta universidad.

No siguieron hablando hasta que llegaron a la parada de autobús, donde Charlotte sentía que sus nervios incrementan cada vez más.

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