114. FAMILIA
Unas risitas me despiertan, abro los ojos y no puedo creer lo que veo, a Christian, qué se ríe feliz con los dos niños encima de él.
—Hola niños, ¿saben que no pueden entrar, en la habitación de mamá y papá, sin tocar la puerta?
—¿Por qué? —preguntan inocentes.
—Pues porque papá y mamá, puede que estén sin ropa.
Les explica Christian mirándome insinuante y veo cómo se fija en la abertura de mi bata que deja casi al descubierto mis sueltos pechos. Me la cierro poniéndome colorada y observando a Chris como disfruta de verme así, al tiempo que se pasa su lengua por los labios y se limpia la garganta, también medio nervioso y colorado, y eso me hace reír. Pero la voz de Lucy hace que dejemos de mirarnos para prestarles atención a ellos.
—Nosotros vemos a mamá sin ropa, ¿no podemos verte a ti, papá?—pregunta
—No mi amor, tú puedes ver a mamá y Lucas puede verme a mí.
Explica con mucha paciencia y yo no dejo de asombrarme la habilidad que tiene para tratarlos como si hubiese estado con ello