Después de esto, Andrés la besó apasionadamente y Julia se dejó llevar... Cuando volvió a despertar, ya era de día. Andrés se había levantado antes que ella y le acarició suavemente la nariz antes de salir de la cama con cuidado. Pero Julia ya estaba despierta y, al ver el rostro apuesto de Andrés, dijo perezosamente:
—Te has despertado muy temprano.
—Sí—respondió él con voz alegre. Después de hacer el amor, solía estar de buen humor. —¿Qué quieres desayunar? Le diré a Luz que te lo prepare.
Julia, abrazada a él, levantó la cabeza para mirarlo. —Cualquier cosa está bien.
—¿Qué te parece si le digo a Luz que te prepare atún a la plancha?
—De acuerdo—asintió ella. Viendo que él se iba, le tomó la mano y dijo:
—Andrés, sobre lo de Emilia...
—Eso ya está olvidado—dijo Andrés mirando su rostro pálido. No pudo resistirse y la besó.
Julia por fin se sintió aliviada. Ya no investigarían a Emilia, eso era bueno. Después de pensarlo un momento, preguntó:
—¿Necesito disculparme con Cristina en no