78. El ritmo (T2)
Herseis empezó a cabalgar sobre él con una mezcla de determinación y desesperación. Su cuerpo se movía en un ritmo frenético, guiado por una necesidad que iba mucho más allá del simple placer físico. Era una liberación. Cada vez que bajaba y sentía cómo él la llenaba, una parte de su ira y su frustración se desvanecía. Estaba saltando sobre sus años de sufrimiento, sobre su traición, sobre todas las veces en que había sido humillada y rechazada.
El placer era abrumador, pero también lo era la furia. No solo buscaba placer, buscaba redención. Y mientras sus cuerpos se movían juntos, sincronizados en una danza de lujuria e intimidad humana, sentía que, por primera vez en mucho tiempo, estaba recuperando algo de lo que había perdido. No era solo sexo. Era una manera de decirle al mundo, y a sí misma, que todavía estaba viva, que todavía podía sentir, que todavía podía desear y ser deseada.
—Ah… Ah… Oh…
Cada movimiento de su cuerpo sobre el de Helios la acercaba más a esa liberación. El c