88. ¿Y ahora qué?
A la mañana siguiente lo primero que vio Ayse al despertar fue la cara apenada de Yusuf a su lado, — ¿Ocurre algo con los niños?
 — No amor, buenos días, solo te traje un poco de agua gasificada y algunas galletas de soda que leí en algunas páginas que disminuyen las náuseas.
 — ¿Qué investigaste qué?
 — No podía dormir así que estuve investigando un poco sobre el embarazo, cómo puedo apoyarte, masajes, un poco de cada cosa.
Que tierno pensó Ayse pero no iba a dejar que notará que le conmovió, — te agradezco el gesto — , dijo cortante mientras se levantaba sin darle su acostumbrado beso y abrazo mañanero, lo cual hizo que el corazón de Yusuf se resintiera.
 — ¿Te sientes bien?, ¿Deseas algo? — , preguntó solícito.
 — No, la verdad es que ya me siento mejor.
 — Tantos no en tan pocas frases — , murmuró apenado, — Amor no puedo estar asi, por favor perdóname, hare lo que quieras lo que desees.
 — Dame tiempo para asimilar que no confías en mí.
 — Que no es así, por favor no diga