Ayse regresó a la mesa que compartía con sus compañeros y por mucho que intentaba integrarse de nuevo a la conversación animada, le fue imposible, la molestia que había pasado con la prometida de Yusuf, le cambió inevitablemente el ánimo.

— ¿Qué ocurre?, ¿Te sientes mal?, te ves incómoda y hasta hace unos minutos estabas bien — , preguntó Elif preocupada.

— Creo que lo mejor es que me retire, te lo cuento luego.

— De eso nada, nos iremos juntas, igual yo me siento un poco cansada ya, además prefiero estar contigo para apoyarte que aquí entre compañeros.

— Vale entonces despidámonos — , ambas se levantaron, entre sonrisas disimuladas les desearon a todos una feliz noche y fueron luego a la habitación de Ayse.

Y está no se aguanto para explotar, — Estoy hecha una furia, ¿puedes creer que la prometida de Yusuf me siguió al baño?

— ¿Cómo para qué?

— Para advertirme sobre su novia, que no se quedará con los brazos cruzados si intento meterme entre ellos.

— Pero qué atrevida y con es