26. No aclares que oscureces
Ayse se encontraba sola en su habitación, recién había logrado que Elif volviera a la suya por lo que ahora más tranquila llamaría a sus pequeños para luego acostarse a dormir, sin embargo, en ese momento tocaron a la puerta y pensó que se le había quedado algo a su amiga.
Al abrir se encontró con la sorpresa que era Yusuf, — ¿qué haces aquí?
— Necesito hablar un momento contigo.
— ¿Sobre qué?
— ¿No podemos hablar adentro?, ¿Con más privacidad?
— No, lo que tengas que decirme hazlo aquí y rápido por favor, estoy ocupada y no quiero que tú novia diga luego que estoy intentando seducirte.
— ¿De qué hablas?
— No importa, por favor solo dime con rapidez, ¿qué deseas?
— Sobre lo que conversamos anoche, quiero disculparme si te ofendí, quisiera explicarte algo, la verdad es que no era yo con quién…
— Yusuf, creo que ayer llegamos a un acuerdo y es lo mejor para ambos, tuvimos una historia de amor en nuestra juventud pero cada uno tiene su vida, solo debemos tratarnos con respeto, nu